En el año 2008 me toco la bendición de participar como voluntario, fotógrafo y colaborador del video de la experiencia: "Un Regalo para un Amigo", una organización sin fines de lucro creada por Nahury Escalona, Anavict Romero, Ludmila Loginow y Mónica Marrero, quienes junto a una serie de voluntarios se plantearon el compromiso de ayudar a personas en condición de calle, que junto a un extenso voluntariado, quien de manera gratuita y orientados a la ayuda humanitaria, recopilaron y entregaron donativos durante varias jornadas en la ciudad de Caracas, en caravanas de carros y llegando a áreas de difícil acceso, las laderas del Río Guaire, algunas comunidades de muy bajos recursos improvisadas en el sector de Los Chaguaramos y en otras zonas de la capital, al finalizar esa experiencia, luego de su difusión y el éxito de la misma, quede enamorado de esa labor filantrópica y decidí continuar por mi cuenta pero enfocado en el área de niños con cancer y niños indígenas en situación de calle.
Que en parte ya la había desarrollado desde muy niño, mis padres en su sabiduría me llevaban a donar y regalar mis juguetes en muy buen estado y después de un tiempo de haberlos usados en diferentes comunidades en Guárico, donde habían niños de bajos recursos que no tenían las posibilidades de obtener juguetes, continuando una tradición que ellos, mis padres, cuando niños también hicieron, participar en caravanas dando juguetes, ropa y alimentos a personas de bajos recursos por todo el territorio nacional, junto a sus familiares, organizados en carros y llevándolos en una especie de celebración, esto lo hacían generalmente en épocas decembrinas, anualmente desde los años 40´s hasta los años 80´s aproximadamente y luego en los 90´s cuando yo estaba pequeño.
A los 18 años cuando cursé estudios en la Universidad Católica Andres Bello - UCAB, por el año 1999 que, aunque estudiaba Ingeniería, vimos algunas materias de corte social que me fueron involucrando con el tema de la problemática social y las ayudas pertinentes por parte de asociaciones civiles, entes gubernamentales, ong´s y personas particulares, así como unos Cursos Fotográficos que realicé entre los años 2004/2005, dictados por el fotógrafo Pablo Arza Tizmon, en la Escuela de Sociología, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, de la Universidad Central de Venezuela. En estos cursos que abarcaron tanto el aprendizaje básico, el retoque en digital, el retrato y el género documental. Es en esta última categoría que se enmarca mi investigación/fundación, ya que dicho género fotográfico trata sobre diversas series de imágenes documentales que abarcan problemáticas de corte social, ya sea como denuncia, como testigo de un tema específico a tratar (social, cultural, trabajo de campo antropológico o de alguna ciencia social específica, por lo que se muestran realidades a veces muy crudas y de pobreza extrema, crisis, caos social, indigencia, etc.) Y también viajando a lo largo y ancho del territorio nacional en diversas comunidades indígenas de varios estados, Monagas, Mérida, Amazonas, Táchira, Zulia, Barinas, Guárico, Anzoátegui, Lara, Coro, Bolívar, Sucre, Aragua, Carabobo, entre otras.
También me identifico mucho con algunos pacientes, ya que en mi caso personal muchas personas saben todas las cosas que han ocurrido durante mi vida, los accidentes como el autobús que me pasó por encima en 1999, la caída del parapente (2006) y la doble operación de columna y las radioterapias por dos tumores (fibromatosis agresivas a nivel lumbar, los cuales fueron me removidos por operaciones realizadas durante los años: 1995/1996, y 25 sesiones de radioterapias en 1997), la caída de un caballo cuando tenia 7 años de edad en la finca de mi familia en Guárico, entre otras cosas más, pero siempre me ha impulsado un deseo de vencer mis propias limitaciones y miedos, y dar el máximo de mi, agradeciendo que pude volver a caminar después de tantas pruebas, ademas con mis viajes a la gran sabana o a la selva, por todo el país, investigando sobre la temática étnica, haciendo trabajo de campo, viendo la necesidad de nuestros indígenas, sus padecimientos en sus zonas sagradas, cuando estén por sus zonas ancestrales y sus tierras, colaboren con ellos comprándoles artesanías y garantizando que tengan dinero para su subsistencia; de igual manera si ven a algunos indígenas pidiendo colaboraciones de comida, dinero o ropa en la calle, ayudenlos y asistanlos, si están en esa situación es por una medida extrema de necesidad, recuerda que todos tal vez pudiésemos tener un destino similar por las "vueltas de la vida" y es mejor ayudar mientras podamos.
Entre el año 2002/2003, tuve la experiencia de laborar en el Programa de Pensamiento Visual PPV, proyecto elaborado por el Museo de Bellas Artes, en colaboración con el MOMA (Museo de Arte Contemporáneo de New York), la Fundación Cisneros y el Museo Alejandro Otero, el cual me dió la oportunidad de monitorear diversas actividades didácticas en el área del arte y crear talleres de pintura y música, como manera de abordar los proyectos sociales y artísticos en escuelas de bajos recursos, con la finalidad de acercarlos a los museos e integrar sus comunidades en el estudio del arte. A su vez también dándoles clases a niños de bajos recursos en las áreas de música y plástica que me generó una sensibilización en el área de la pedagogía y la colaboración social.
Ahora bien, después de estos viajes, y mi participación como dije antes en: Un Regalo para un Amigo y en el MBA, decidí continuar por mi cuenta pero enfocado en el área de niños con cáncer y niños indígenas en situación de calle, además a principios del año 2012 realicé un diplomado en la Defensora del Pueblo sobre los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, y consiguiente haber sido profesor en el Área de Derechos Humanos de la Unes (Universidad Nacional Experimental de la Seguridad), ambas durante el año 2012, el proyecto de la fundación aún sin un nombre fijo, había tomado forma. a finales de ese mismo año realicé el donativo de mi cabello (también algunos juguetes y ropa) a los niños con cáncer, que ellos necesitan para elaborar pelucas después de perder cabello por los tratamientos de quimioterapia, y utilizando mi cuenta de Facebook para la difusión de esta donación, que motivó a otras personas a donar cabello y juguetes, ropa y medicina, lo que increíblemente fue bastante bien recibida la propuesta y entendí el impacto de esa red social, (así como Instagram) para convocar personas que donarían y harían su parte por colocar su grano de arena para colaborar con estas personas en tan delicada situación, y desde ese momento, principios del año 2013 constituí el nombre de la fundación: Héroes Anónimos. Cabe destacar que durante los 5 años anteriores mi persona había realizado diversos donativos durante el año a diversas comunidades indígenas y en varias ciudades del territorio nacional, pero fue a partir del 2013 que se consolidó la fundación, de igual forma tomo como punto de partida el año 2008, puesto que ya desde ese año con "Un Regalo para un Amigo" y otros donativos posteriores que realicé por mi cuenta ya estaba la idea, el espíritu, la organización, la recopilación y la entrega de donativos, lo único que varió en el 2013 fue simplemente colocar el nombre, por lo tanto, ya van 8 años de realizar donativos y de estar comprometido con las causas sociales, tanto mi persona, como muchos otros colaboradores y voluntarios, quienes han tenido la oportunidad de compartir esta experiencia y de realizar donativos e inclusive llevarlos conmigo.
Que en parte ya la había desarrollado desde muy niño, mis padres en su sabiduría me llevaban a donar y regalar mis juguetes en muy buen estado y después de un tiempo de haberlos usados en diferentes comunidades en Guárico, donde habían niños de bajos recursos que no tenían las posibilidades de obtener juguetes, continuando una tradición que ellos, mis padres, cuando niños también hicieron, participar en caravanas dando juguetes, ropa y alimentos a personas de bajos recursos por todo el territorio nacional, junto a sus familiares, organizados en carros y llevándolos en una especie de celebración, esto lo hacían generalmente en épocas decembrinas, anualmente desde los años 40´s hasta los años 80´s aproximadamente y luego en los 90´s cuando yo estaba pequeño.
A los 18 años cuando cursé estudios en la Universidad Católica Andres Bello - UCAB, por el año 1999 que, aunque estudiaba Ingeniería, vimos algunas materias de corte social que me fueron involucrando con el tema de la problemática social y las ayudas pertinentes por parte de asociaciones civiles, entes gubernamentales, ong´s y personas particulares, así como unos Cursos Fotográficos que realicé entre los años 2004/2005, dictados por el fotógrafo Pablo Arza Tizmon, en la Escuela de Sociología, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, de la Universidad Central de Venezuela. En estos cursos que abarcaron tanto el aprendizaje básico, el retoque en digital, el retrato y el género documental. Es en esta última categoría que se enmarca mi investigación/fundación, ya que dicho género fotográfico trata sobre diversas series de imágenes documentales que abarcan problemáticas de corte social, ya sea como denuncia, como testigo de un tema específico a tratar (social, cultural, trabajo de campo antropológico o de alguna ciencia social específica, por lo que se muestran realidades a veces muy crudas y de pobreza extrema, crisis, caos social, indigencia, etc.) Y también viajando a lo largo y ancho del territorio nacional en diversas comunidades indígenas de varios estados, Monagas, Mérida, Amazonas, Táchira, Zulia, Barinas, Guárico, Anzoátegui, Lara, Coro, Bolívar, Sucre, Aragua, Carabobo, entre otras.
También me identifico mucho con algunos pacientes, ya que en mi caso personal muchas personas saben todas las cosas que han ocurrido durante mi vida, los accidentes como el autobús que me pasó por encima en 1999, la caída del parapente (2006) y la doble operación de columna y las radioterapias por dos tumores (fibromatosis agresivas a nivel lumbar, los cuales fueron me removidos por operaciones realizadas durante los años: 1995/1996, y 25 sesiones de radioterapias en 1997), la caída de un caballo cuando tenia 7 años de edad en la finca de mi familia en Guárico, entre otras cosas más, pero siempre me ha impulsado un deseo de vencer mis propias limitaciones y miedos, y dar el máximo de mi, agradeciendo que pude volver a caminar después de tantas pruebas, ademas con mis viajes a la gran sabana o a la selva, por todo el país, investigando sobre la temática étnica, haciendo trabajo de campo, viendo la necesidad de nuestros indígenas, sus padecimientos en sus zonas sagradas, cuando estén por sus zonas ancestrales y sus tierras, colaboren con ellos comprándoles artesanías y garantizando que tengan dinero para su subsistencia; de igual manera si ven a algunos indígenas pidiendo colaboraciones de comida, dinero o ropa en la calle, ayudenlos y asistanlos, si están en esa situación es por una medida extrema de necesidad, recuerda que todos tal vez pudiésemos tener un destino similar por las "vueltas de la vida" y es mejor ayudar mientras podamos.
Entre el año 2002/2003, tuve la experiencia de laborar en el Programa de Pensamiento Visual PPV, proyecto elaborado por el Museo de Bellas Artes, en colaboración con el MOMA (Museo de Arte Contemporáneo de New York), la Fundación Cisneros y el Museo Alejandro Otero, el cual me dió la oportunidad de monitorear diversas actividades didácticas en el área del arte y crear talleres de pintura y música, como manera de abordar los proyectos sociales y artísticos en escuelas de bajos recursos, con la finalidad de acercarlos a los museos e integrar sus comunidades en el estudio del arte. A su vez también dándoles clases a niños de bajos recursos en las áreas de música y plástica que me generó una sensibilización en el área de la pedagogía y la colaboración social.
Profesor de Talleres de Pintura y Música de diversas Unidades Educativas Públicas. Niños de 4to y 5to grado de educación básica, en las zonas del Hatillo y Baruta. Caracas, Venezuela, 2002/2003. Dichos talleres pertenecían al Programa de Pensamiento Visual (PPV), originado en el MOMA (Museo de Arte Contemporáneo de New York), y puesto en práctica en el país mediante el Museo de Bellas Artes (Coordinadora Olga López), la Galería de Arte Nacional (Rose Marie Aguilar) y el Museo Alejandro Otero (Janette Aguilar), en colaboración con la Fundación Cisneros (Dianela Corrie).
Ahora bien, después de estos viajes, y mi participación como dije antes en: Un Regalo para un Amigo y en el MBA, decidí continuar por mi cuenta pero enfocado en el área de niños con cáncer y niños indígenas en situación de calle, además a principios del año 2012 realicé un diplomado en la Defensora del Pueblo sobre los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, y consiguiente haber sido profesor en el Área de Derechos Humanos de la Unes (Universidad Nacional Experimental de la Seguridad), ambas durante el año 2012, el proyecto de la fundación aún sin un nombre fijo, había tomado forma. a finales de ese mismo año realicé el donativo de mi cabello (también algunos juguetes y ropa) a los niños con cáncer, que ellos necesitan para elaborar pelucas después de perder cabello por los tratamientos de quimioterapia, y utilizando mi cuenta de Facebook para la difusión de esta donación, que motivó a otras personas a donar cabello y juguetes, ropa y medicina, lo que increíblemente fue bastante bien recibida la propuesta y entendí el impacto de esa red social, (así como Instagram) para convocar personas que donarían y harían su parte por colocar su grano de arena para colaborar con estas personas en tan delicada situación, y desde ese momento, principios del año 2013 constituí el nombre de la fundación: Héroes Anónimos. Cabe destacar que durante los 5 años anteriores mi persona había realizado diversos donativos durante el año a diversas comunidades indígenas y en varias ciudades del territorio nacional, pero fue a partir del 2013 que se consolidó la fundación, de igual forma tomo como punto de partida el año 2008, puesto que ya desde ese año con "Un Regalo para un Amigo" y otros donativos posteriores que realicé por mi cuenta ya estaba la idea, el espíritu, la organización, la recopilación y la entrega de donativos, lo único que varió en el 2013 fue simplemente colocar el nombre, por lo tanto, ya van 8 años de realizar donativos y de estar comprometido con las causas sociales, tanto mi persona, como muchos otros colaboradores y voluntarios, quienes han tenido la oportunidad de compartir esta experiencia y de realizar donativos e inclusive llevarlos conmigo.
Donativos del Cabello:
Leyenda del Post de Facebook:
"Para donar cabello, y también ropa en buen estado se pueden dirigir al Hospital de Niños J. M. de los Ríos, ubicado en la Avenida Vollmer, en la Parroquia San Bernardino, sótano, unidad de Oncología, se acercan y pueden realizar sus donaciones, de 9 am a 3:30 pm, también pueden organizar visitas de payasos o eventos musicales o artísticos (con tiempo) los interesados se pueden dirigir ahi donde les dije."
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